Más de un mes sin escribir, aunque os aseguro que no he dejado de leeros ni un solo día.
No sabría como resumir lo que ha sido mi vida durante este tiempo... Constantes altibajos, semanas de aislamiento total seguidas de otras en las que apenas paro en casaa.
Adiós X? No sé como pude creer que iba a desaparecer de mi vida. Han pasado muchas cosas, intenta remediar sus errores por mucho que le diga que es imposible, que lo hecho hecho está y la confianza ya está perdida... En fin, seguimos siendo "amigos" y pasando bastante tiempo juntos.
Hasta ahora he estado comiendo bastante poco, y aunque no me pesé en ningún momento, puedo comprobar que algo sí he adelgazado, por como me queda la ropa. La parte mala es que desde la semana pasada he recuperado el apetito, he vuelto a vomitar alguna vez y necesito controlarme para no liarla y volver a subir. Ahora funciono así: desayuno todos los días, café y una tostada, y casi toda la semana estoy a base de ensaladas y revueltos de verduras, así que no me preocupa comer normal los fines de semana en casa, le pongo remedio fácilmente. El problema es que a veces tengo momentos de debilidad, como hoy, que después de comer salmón a la plancha con ensalada y patatas "fritas" al microondas (casi sin aciete, muy ricas y mucho menos calóricas!), llega la tarde y me zampo un croissant con el café. Un día es un día, no pasa nada, pero no quiero volver a la dinámica del año pasado, me da mucho miedo perder el control al estar algún finde sola y pasarme el día de atracón en atracón.
Anímicamente no estoy nada bien, como hace un mes, intento estar entretenida con cualquier cosa y no pensar en el sinsentido en el que se ha convertido mi vida... Me siento vacía y nada me parece real. Todavía no sé explicarme mejor...