Galicia está de luto

Efectivamente soy gallega, no de la capital, pero Santiago de Compostela es mi ciudad de estudios, mi segunda casa.
Estoy bien. Todos mis amigos están bien.
Cojo el tren para realizar ese trayecto dos veces por semana y de verdad os digo que no doy crédito a lo que ha sucedido... Las autoridades descartan desde el minuto uno la posibilidad de un atentado, pero es demasiado sospechoso que ocurra precisamente este día, el día de Galicia y del Apostol, en un tren que venía desde tan lejos, con tantos vagones y pasajeros. Renfe dice que es precipitado atribuir la catástrofe a un exceso de velocidad.
Tanto el gobierno como la compañía se lavan las manos y echan balones fuera, creando cada cual la versión que más le conviene.
Los medios de comunicación son ineficaces (tengo entendido que fuera de aquí tardó en llegar la noticia y las cadenas de tv no interrumpieron para nada su programación) y no aportan mucho más que imágenes horribles de la tragedia y cifras de heridos y fallecidos. Toman el relevo las redes sociales, twitter especialmente alcanza un nivel de difusión increíble que de verdad ha resultado útil a la hora de informar acerca de puntos de donación de sangre y demás datos importantes. Es lo que tiene dar a los acontecimientos la relevancia que merecen y no censurar la realidad.
Tengo un nudo en la garganta, otro en el pecho y otro en el estómago. Una mezcla de dolor, frustración y orgullo.
Por la tragedia, por as víctimas mortales y familias que dejan detrás, por no poder ayudar, por no poder saber que está pasando realmente, y por último, por saber de primera mano que todo el pueblo gallego se ha volcado totalmente con esto y han tenido que mandar a donantes a casa para no saturar los centros de transfusión de sangre, por saber que bomberos han abandonado huelgas y médicos y enfermeros acuden a los hospitales incluso estando en el paro. No tengo para ellos más que profunda admiración y agradecimiento. (Dream está allí, listo para donar en cuanto se lo permitan, no puedo estar más orgullosa de él). 
En cuanto a los medios, gobierno y demás simios que dirigen el cotarro, no puedo sentir más rabia y frustración en estos momentos, no puede ser que haya tan poca seriedad en una tragedia de este calibre, que el putisimo presidente del estado Mariano Rajoy, nacido en Compostela, no sea capaz de escribir unas líneas y haga un copia-pega del comunicado del terremoto en Gansu (?).

Nunca me había afectado tanto algo así, nunca me había tocado tan de cerca aun sin tener que lamentar ninguna pérdida. Nunca olvidaré este día.
Fueron ellos, pero pudimos haber sido nosotros.